El 19 de junio de 2020, en Washington, activistas del movimiento "Black Lives Matter" Conduce la estatua del sur de General Albert Pike e intenta incendiarla. Esta estatua se había erigido en 1901 a pedido de los masones estadounidenses. ¿Cuál fue la razón?
Anti -bolitionista, Albert Pike, muy poderoso Gran Comandante Soberano Ad Vitam de la jurisdicción del sur, sigue siendo una sala clave del antiguo y aceptado rito escocés, el sistema de alto rango más practicado en el mundo. De hecho, reformuló sus ceremonias y redefinió sus valores morales y filosóficos. Estos últimos siguen siendo el lema de las jurisdicciones del sur y norte; Estos órganos siempre dan el "LA" para la mampostería global de este rito.
Por primera vez en el mundo de los franceses, un investigador moderno del rito publica un trabajo desarrollado sobre este dignatario, después de haber consultado sus bibliografías, Élogieux (¡señora, ¡era necesario justificar la estatua!), Y estudió críticamente el revisión de los rituales Magnus Opus realizado por Pike; Es lo mismo para su suma moral y dogma, una instrucción (¿también?) Entre y tupida destinada a los hermanos del rito.
Si el personaje y sus escritos ahora pueden ser el tema, ya que la película se toma el viento, de una "contextualización", Pike es un personaje colorido, en las muchas facetas, fuera de la norma y generoso, en particular por el Relaciones cordiales que tuvo con los amerindios a quienes defendió como abogado. Los cimientos morales y filosóficos (esencialmente metafísicos) de su pensamiento merecen ser conocidos, aunque solo sea por su impacto siempre actual en los valores del rito, pero también en ciertas ceremonias practicadas en el continente.
Sin embargo, muy pocos son conscientes de ello, más razones para descubrirlos ...

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Hay pocos trabajos en francés en la vida y el trabajo de Albert Pike (1809-1892), el libro
por Michel Jaccard, por lo tanto, es bienvenido a permitirnos comprender mejor la influencia,
A menudo ignorado por uno de los masones norteamericanos más importantes.

Rémi Boyer para la carta de cocodrilo